Verónica Viola Fisher nació el 8 de abril de1974. Publicó "hacer sapito", editorial. Nusud, 1995.
arveja negra
arveja negra
Tengo un problema:
arranqué los ojos de mi muñeca
y ya no ve. Desde el noveno piso
lancé con ímpetu al patio interno
de mi vecina un ojito, el izquierdo.
En una alcantarilla, único
ojo abierto que permite
entrar a la imagen hecha cuerpo;
es de saliva poderosa
seduce agresiva cualquier intento
de entrega externa, la convierte
en interna destrucción. Allí
abandoné el otro ojo que rodó
como una arveja negra.
Mi muñeca: muñón del alma mía
no está ciega, es simple
no tiene en la cara ojos
y su cabeza recuerda
pequeño el patio que se agiganta
a gran velocidad, un agujero.
Yo le muestro
determinada cantidad de dedos, ¿cuántos
hay? le saco la lengua, me burlo
lloro en silencio y no lo nota, la amenazo
y nunca tiembla: Ojos que no ven
corazón que no siente. Necesito
dos ojos, o un corazón
autosuficiente. Mi lágrima no sabe
parir otros, mi problema es
operar en el hueco
de la mirada. No,
caer en él.
huevos
Las cigüeñas jóvenes que llegan
no ocupan nidos vacíos
Van al ataque de otros
hogares ocupados por familias,
los arrebatan o mueren. Hijas perdidas
tal vez, que vuelven a vengarse
inadaptadas pajaritas de papel
la mayoría, débiles.
Después de muertas, renacen buenas
y se ocupan de viajar cargando niños
rosados, normales, niñas también.
Si el llanto cesa y los bebés ríen
son abandonados
o el destino coloca cables
de alta tensión donde queda la cigüeña
como un avión de guerra o bien
como una equilibrista
dormida sobre la cuerda. Entonces,
la bebé moquea en su última respuesta.
A mí me trajo un cuervo,
hembra y yo en venganza
le comí los ovarios.
Ahora pone huevos.
¿tenés pasta?
Todos, y mi médico aseguran
que tengo una vida
interior bastante rica como para
no sentirme
sola
Debo pulir
toda encía rebelde
con un cepillito
antes de dormir. Hoy no comí
remolachas -explicaba en mi terapia-
Son estas
palabras se me caen a cachos y
golpean Si son
ricas? El interior se hace
destrozar si son muchas?
por una
belleza falsa
No sentirme, no
La tengo en la punta de la lengua
es una chinche
de metal bastante insulsa
como para no decir
Cómo no decir: pará
de hachar el frenillo y coséte
una jaula en mitad de la garganta
¿Tenés pasta?
Para sobrevivir no
quiero lavarme otra vez, no mires
lo que disfruto. Antes de dormir ay
rica cebolla, hoja
por hoja diente por diente muela
a palos
su idea
incorrecta aprenda que
la realidad no es solitaria y usted
es real
que tengo una vida
aseguran todos, creyentes del ojo porque
me ven consideran
que existo.
california creo
Hubo una época en el país del norte,
California creo, llegó una plaga
de sapos que tenían cierta sustancia en el lomo.
Yo solo conozco las sábanas con huecos
donde probar tijeras y probar
mi inocencia. Lamer un sapo y ver
cualquier cosa, decían
personas de mi edad y generosas. Sumerjo
en mí una pinza por curiosidad
arremeto entre las sábanas manchadas
hasta el fondo mi barriga
tiene un sapo. Cerrar veloz el tajo
así no muero fue un arduo trabajo pero siempre
resulta: mi condena. Lamer su lomo
cerrar los ojos probar
mi inocencia frente al otro
país del sur donde mis hijos
lamen mi boca para recordar el agua, hijitos,
que nunca tuve pero estaban
siempre cantando: el que come y no
convida tiene un sapo en la barriga
Recuerdo a mi madre, anoréxica y no dejo
de comer
de lamer mi propia espalda
para ver cualquier cosa, generosa, inocente
que no sea, yo, pura
casualidad entre dos seres de aquella época que no
sea yo que no
quiero verla la sangre del futuro en esta arena
de circo. Quién paga y quién
con vida pagará mi sufrimiento
¡Seré yo! -gritó el sapo en mi barriga
Entre las sábanas hay solo un hueco
por él se ven
desafiladas mis tijeras.
blancanieves
Ya nadie podrá acusarme
de tener el corazón leproso
el que ensucia manos si se intenta
tocarlo, con un trozo de sí.
He construido un vampiro
en el medio de mis ojos
puedo escarbar el fango
sin encontrar nada y sigo igual
tan tranquila, amiga
mía es la ventaja
del hambre y vos, repleta, harta
peligrás frente al ocio de tu espejito.
¿Quién es la más bonita?
Tu mamá se enamoró de la mía, locas
cada brote es un espacio zigzagueante
entre las piernas un pétalo
negro. Sin duda sos vos la elegida
por Venus. De mi nariz sale un perfume
que no tiene imitación
ni cuello.
as de oro
Soplo, tiro los cuadraditos sobre el paño de la mesa y soy
feliz. Generala. Mujer déspota y sumisa
de la arbitrariedad.
Observo los tres ases. Son míos. Poderosa canto
aplasto sombreros con mi pierna corta, sonrío a la nuca
de los demás concursantes. Apuesto al doce
pago por el rojo y colorado! ¡Colorado el doce! Cobro.
Sí, cobro, recibo, aguanto la mortaja del papel
comprador. Camino sola, seria.
Entro a un negocio y pregunto -¿podría darme
la hora?- El vendedor me la envuelve
llena de moños, la llevo.
Si bien en el juego, mal en el amor -dijo
un borracho sobre la vereda y yo pensé
que el amor solo era juego, justamente
el azar defendió sus tierras
y castigó a quienes intentaron
construir ciudades verdaderas.
Voy al casino. Necesito luz blanca,
ahogarme en brillos. Si no, caigo.
Casi no veo de noche. El día es negro. Y otra
otra vez casi no, casi
suculenta me rozo algún labio.
marquesina
Después anuncio: yo puedo
consolarte, dejame, hacerte creer que poseo
dedos de valor incalculable. Soy la madre
recién nacida. Soy viento
revolviendo tu cuero
cabelludo o tu cuero sintético
gran asistente de luces
para el efecto: de cuerpo entero
mi nombre.
una más qué le hace al magro
De una letra de esa tinta solita y fértil
nacen crecen cruzan
animales de cara blanda algodones
que me sostienen la pata enferma
basta
en la alfombra del palier
sin ropa y manchas
una más qué le hace al magro
intento de escribir sobre eso
Sorpresa al yo-yo le falta una pieza
tiene hilo tiene rueda
tiene un dedo del que cuelga yo
construyo una tijera
para su cabeza y lo hago rebotar
en mi falda estamos
brindándonos entonces
vas a hablar de eso?
No puedo necesito
seguir jugando sí con la ruedita
llena de dientes
muerde el muslo muerde la mano
hilito rojo
carmesí raro y dale que va nomás dale
hablá de eso
Bueno estoy sobre la alfombra
y voy a decir
otra vez no puedo hueco rengo
esta boca yo la tengo
sola para besar esta pata yo la tengo
enferma pará pará no más
Dijiste algo sobre eso? No
puedo escribir si te parece
Sobre eso? No, si te perece
mejor otro día y otro y otro
apetéceme
y eso? un yeso
porque me quebré
Crush
Observo cómo
hace fuerza la semilla para hundirse
en el mosaico. Me mira
junto saliva y la escupo -gracias
dice, un poco menos sedienta
Mientras pelo una naranja
resisto esta cocina y esquivo
sus palabras
En esta urbe la pavada
se contempla como si fuera
un trabajo -comenta semillita
Casi nada, se parece a Necesidad
nuestra diosa, la que me tentó malvada
a comer esa naranja. Saboreo un gajo
ubre ácida y continúo
...ahora compran
tijeras porque las apariencias obligan
a utilizar un bozal
Hablo mordiendo y suena
la sirena policial, deben ser
las tres de la mañana -observo
a la semilla y se me caen
lágrimas. Ella no habla, me mira
está muriéndose
Atenéte a las consecuencias
de haber crecido
o lamé en el mosaico
y en la semilla partida
su sangre -gritó la naranja
desde mi esófago, aturdida
saco esta lengua y pequeña, altiva,
yo me planto.
ábaco
Cuando terminen los cien años de perdón
recibirás, en las manos algún día
ese gran puñado suelto
de ojitos que brillan: oro,
por todos nosotros no, por algunos
solamente
Es una panza llena, mi cabeza
apenas un ingrediente
indispensable de este cuerpo. Funciona
si le doy manija o cuerda
de donde sujetarse para poder seguir
el camino de vuelta:
calesita de la historia cabecitas
en su celda
- Mamá, ¿qué es de la plata?
- Un río, aquí cerca
Una manera de insultar a los chanchos
señores picacabezas
- Jefe, quiere papa
- Tendrás muchas, cuando estén calientes
- Jefe, quiero cobrar
- Le daré, para que tenga:
Mi panza es una cabeza hueca, funciona
con manos repletas, doradas
llenas de sal. Trabaja su abdominal
fuerza con la cabeza. Esta que escribe
no tiene idea
lo que se siente al explotar
a otro que despidió
años atrás a tu viejo
no por viejo por hablar
de un paro en toda la empresa
- Lo siento mucho, señor
¿quién fue
el sinverguenza?
- Esa lengua que limpia el mostrador
esos pies, clavando vidrios en la
medianera esas manos
amasando mi caño
de escape
- La que escribe, señor
¿qué tiene que ver?
- Tiene que ver si escribe
sobre su papel
- ¿en la vida?
Interrumpo para decir
que trabaja en negro mi boca
no hace aportes, provoca
como Sansón al peluquero
Alguien pensó una vez:
los que ganan, pierden
- Jefe, quiero comer
- Vaya, los libros no muerden
- Y entonces
¿por qué los queman?
- Eso fue hace mucho tiempo, ahora
ya no hace falta
- Jefe, ¿cómo sabe
todo eso?
- Está riquísimo
su seso está
sin una espina
si usted no fuera tierno
me costaría
más filo
- Y ésta que escribe, ¿cómo es?
- Es un pistilo
sin experiencia, flor
de quilombo tiene en la cabeza
pende de un hilo su certeza con respecto al
mañana en cambio yo
- Lo tiene claro
- Claro, lo tengo anotado
en la agenda que era de mi viejo
el empleado legendario que
- No me llore, jefe
- Retírese, por favor
- Pero señor ...
- ¡Está despedido! Atrevido ¡Traidor!
Y colorin colorado el jefe
casi explotó
pero no, ¿quién lo salvó?
la blanca dama que desde el cajón
de su escritorio saltó
como al rostro de Jesús, la luz
de Dios El ahora
desempleado, profundiza el pensamiento
Aquel jefe será mi esclavo -dice
frente a sus hijos. El más pequeño,
un ratoncito
hace a su padre un juramento:
nunca será cola de león
sino cabeza
de roedor
Notas para un agitador
cuando era pequeño se le cayó un piano
en la nuca, desde ese día sus vértebras
suenan cada vez que baila
sobre la silla eléctrica: no muestra arrepentimiento
con palabras, no entona
baladas de protesta
Se dedicó a grabar sonatas
de guerra, percusión ósea contra
tiritar de dientes. La electricidad es buena
compañera dice ahora
encerrado a perpetua,
que enciende la tele
de la paz rosada o la casa
de un moderno enjambre de patrañas, enfermo
el penado yace quieto, en silencio.
De la música del cuerpo proviene
una verdad indisoluble pero si hubiera
caído una hoja
filosa sobre su nuca, ¿qué palabras
escribiría nunca?
Un niño pregunta a otro
cuando el mar se agita, habla?
Shh... le contesta su amiguito
al igual que las olas
y callan
glauca
¿Qué te pica? El alma
máter, pero a fuerza de miedo
no fui más que un pobre padre
para vos, hubiera querido
altares de frutas sin carozo
de flores sin centro y de carey
peinecitos sin dientes
para acariciar tus vellos
en la dirección correcta?
Ningún desperfecto
hedor o aspereza irresistible
y sin embargo
soy un almo no calmo
nada por mí mismo, insatisfecho
siempre. Perdoname,
puse el huevo entre mis piernas
y lo que debía ser tibio, ardió
como los mil demonios
usurpando el aire. Máter
cambiemos los roles por el amor
de dos, piedras preciosas
que mastico en el perfume
de tus palabras. Vivo
por vos y por mí
hago nada. Qué,
te pica? Sostener entre uñas
el salto de pulguita
ay esmeralda
ráscame la espalda que yo
no puedo, pido
tregua suplico
entre la uña y el dedo:
levantar roncha (escocer mucho una palabra o ¿cosa?)
por los siglos de los siglos
temer
a mi propio fuego cada vez
que abro la boca para decir alguna
cosa o ¿palabra?
Ay esmeralda rascame mucho más,
adentro.
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