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 Gabriela Bejerman
  Nació el 16 de octubre de 1973 en Buenos Aires. Es Licenciada en Letras (UBA) y coeditora de la revista Nunca nunca quisiera irme a casa. Dicta talleres literarios. Ha publicado Alga (sello editorial "Siesta", 1999) y anuncia para este año la publicación de su novela titulada temporariamente Presente perfecto.

 


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Puentes de sidra y helado

Febrero de 2001.




el frasco de perfume está caído

el frasco de perfume está caído
nada se ha derramado de él,
sin embargo
las gotas
contenidas dentro del vidrio
espejan el resto del cuarto
cilindros

la alfombra teñida de pelitos
los almohadones desenchufados
palabras en la biblioteca
desbordando
mis gatas dormitan
frente al computador
encendido, vibrante
se adoran como espuma de cuadros
los bigotes detectan
mi poesía
naciendo

la poesía del frasco de perfume
que hoy derribé
al salir rápido
hacia mi trabajo
bajé las escaleras
con la tapita en la mano
y llegué hasta la puerta

en la vereda
sentía en la mano
el sabor oliéndome
como un camino
que hago todos los días
entre los árboles cambiantes

las esferas del cielo
los cuerpos celestes
y las estaciones de néctar
traslucen las cuadras
hasta el colegio
perfume de jazmincitos
rosa china, arbustos
en los coquetos monoblocks
de belgrano r

el frasco de perfume está caído
es lindo saber
de su caída
que yo provoqué
recordar mi apuro...
ahora estoy tan tranquila
estoy en el poema
soy como una flor
por la que pasa el viento
transpiro belleza, quietud
blanca y perfumada
desvanezco el aire
que entra en mí

plac!
se cayó el frasco de perfume
no importa
voy a dejarlo así
volteado sobre el escritorio,
habla con mi lapicera roja
con los papeles disueltos
con el sombrero tejido
y la cáscara de maní
de 1999



fina

fina
vid
empañada
de
viento
lavante

...

olímpica
frente
en casa
gesell
bordados
holanda
bartok

...

hamelín
flautriste
ratonas corriendo
dormidas
atrás de la alacena
horcajadas
impermeable
gris sólido
evanescencia
de cristal plástico
incongruente
vital

...

esencia
vainilla
piel
asno
luz
luna
fenicia

...

crisálida
crepúsculo
blanche

...

húmeda y perfecta
el sol
en el ojo
rumba
cangrejo

...

resistencia
fibra
clima a nada
índigo de los sueños
velocidad
irreal
lenta?

...

con los espejos
bañada
en lo
extraño
perfecto
negro
plateado

...

boca
jilguero
el ovejero
nupcia
cáliz
siempre
vampírica
dulzura

...

hiena
delgada
fumando
al borde de la
muerte

...

formas
risco
peñas
del interior
sandalias
eslavas
en salta

...

souvenir
fresco
de leche
menta
no
puente
de música

...

alejandrinos
filipinas
trompetilla
acústica
vértice
extra
balance
fiebre
amarilla
diamante
calderón

...

house
of poesía
nunca
no

...

ofreciendo
lánguidas
pastillas

...

vibrato
fonación
de líquidas
vocales
polaco?
krk
vlk
cuello
lobo

...

errores
cotidianeidad
motor
rojo
más

...

aro
fontana
tregua

...

were
iris
así
light
sutil
frágil
forte
piano
trino
silencio

...



Fulgor

Los ojos de la tormenta estaban muy claros
abiertos
proyectando viento sobre las plazas
y las ráfagas de agua
pronto iniciaron su líquido estruendo.

El perfume frío
y la noche
elevaban a los personajes
fuera del tiempo.
Las sillas volaban,
las ramas se desprendían,
el sonido de las voces
era música nocturna
que rodaba en el viento
contra los automóviles
espejo del viento superior
que hacía flotar las nubes luminosas
a pesar de la medianoche.

Un primer beso,
semi-oculto detrás del bar vidriado,
casi atropella el tiempo
haciendo verter todo el presente
en visiones fugaces
del pasado y lo que vendrá.
Suspensión.
Deseo.
Los aullidos de los labios
que ansiaban besarse
eran disimulados por palabras
gráficas y falsas
a través de las que se colaban
hilos de verdad natural.

Luego, el baile
un fuego
declarado en bocanadas
de humo
encendido.
Frenesí.
El movimiento
áureo
soltaba aquello escondido por siglos
bajo el dictado de la voluntad.

El fulgor
volvió a encenderse
desde los ojos, por los dedos
a través de la piel parlante.
El jugo de los bailarines
se tocó.
Verbo y silencio
simultáneos: ejecución musical
de los besos.
La carnalidad rosada por labios
abría un nuevo aroma
en la tormenta nocturna,
muy lenta, la primera lección
y sabia ya
como la lengua.

Los barriletes y los pararrayos
atentos al relámpago
querían morir en el fulgor.



(Haikus)

colección de piezas calchaquíes que recogí

...

hay viento en la fiesta del tiempo, bañados

...

un humor polar tienta su psyche

...

ráfaga de maíz desatado, opio volando

...

estar en las nubes de la tarde, albicie de agua congelada celestial

...

western patagónico filmado en ramas de árbol invernal, quincenas

...

pagoda con tapir, veloz canguro

...

rinocerontes en acuario inmenso, vitraux de tigre

...

calor diluyendo su lava en hormigas

...

mar de oro, brillantes crisantemos, copo de amar

...

en la gris nevisca del sueño, un cigarrillo plateado

...

rubén dame néctar de tu fanarria
darío devora damascos en taipí

...

fresca montaña de plátanos alfombras

...

sónico tapiz, nácar de oveja, bilis

...

perfuman filtros de ave quizá

...

ojos fatigados por la perdurable fiesta

...

cáliz, pomo de prunas, bresca

...

recuéstate en este ángel malabar
tres palabras antes de dormir
prometo darte tu época predilecta

...

gengibre, malvón, perfumes secos, marrón

...

quietas las sombrillas por un momento no son viento
fragor de la espuma sonrosa con sonido
arena por tacto, estilo de puntas múltiples

...

en el espacio
un lánguido acuario
color malva
las ballenitas huyen de la oscuridad
como delfines
en luz bañados

...

amacina

princesa asiática
reina sobre los hombres
que no existen

...

quince leopardos cruzan el desierto al alba
estrépito
lila

...

flores quintuplicadas
efecto de sol

...

bebedero de cristal
agua de vidrio

...

vendimia
la tersa agonía de la piel del día
cruje en papel blanco
aireación y gamas, víboras de colores palidecen
hacia el indefinido gris blanco que enseña nuestro cielo

...

fuente en que baño tus pies europeos
río en que nadan tus pies americanos

el agua autóctona trae recuerdos del agua universal

...

en mi fuego encendido en mi castillo de la mente

...

saber
ver
nada
pizca
lumínica
en la oscuridad total

...

ninfas
un jardín de plantas exóticas en un lugar desconocido
reposera para no pensar
el crecimiento enternece mis fibras de vegetal
las fuentes vibran respirando agua y estatuas desnudas
ninfas volcando vasijas volcando vasijas volcando

...



ira a cupido

quizá una flecha clavada en la nieve
siga tu esfera dorada
transparente
hacia las profundidades del abismo celeste

no conozco el arco ni la flecha
sé de un quérube fluorescente en la noche y la tarde
dice nuestros nombres en las sortijas que
atan sus tobillos también alados
me inyecto heroína para ser medieval
ahora tengo poderes de sanación y poeticidad
quiebro la colina con la mirada
es agradable fraccionar y cohesionar,
empiezo a detestar o detestarme
quiero vengar mi alma ya
camino sobre la cornisa de la cuerda
amarrada al bote que pronto zarpará
y yo estaré adentro contigo, amor desaforado

quiero pelearme un poco,
vamos,
digámonos palabras tontas con tonos terribles
desquiciados,
estemos de mal humor juntos para que después
todo se haya disipado
y cada uno nazca en sí y mañana nuevamente
estemos al otro lado del número (telefónico)

quiero ver cómo la oscura luz de la noche llega
albricias, el hada helada y violeta
nos ve dormir al fin
somos mil sueños entre las sábanas nuevas azules
nos imanta un lento, largo silencio
pleno de sigilos cambiantes y tornasolados
la última luminosidad de las flores se transforma
ante la mirada severa e indiferente del tiempo
el albor llegará recién mañana
temo que el resto de la noche
discutamos durmiendo, temo, temo
por favor, no
vuelve hada helada, me voy contigo
estaré sola y triste
volveré más tarde
quizá el silencio me calle
no pensaré más en esas ideas oscuras
que me hacen dormir a la gente en mi mente
como bebés con un poco de gas
es para que a mí no me duela
pero no funciona

hada

hada

vuela hacia mí

no me temas
seré perfecta
si te acercas

heladísima hermana
voy a beberte
si te acercas
pero crecerás
me verás ser ti

helada
blanca
somos pinchudas
las dos
tus alas
de hoja de alcaucil

mi novio está durmiendo
es el bello durmiente
¿qué pasaría si no lo vuelvo a besar?
él besa miles de princesas en sus sueños
¿que lo adoran más que yo?
voy a juntar frutas por mis oníricas laderas
del bosque de ultramar, que es temerario
las mismas moras de esta tarde
traídas de hoy a la noche
ahora una láctea señal de estrellas culmina
el elixir celestial, ni un ápice
llega, permanece un instante, decrece, pasa
como un eclipse
así es la perfección

pero en el universo
la perfección es continua
azar y destino son igual

largas víboras de beso de lengua
sexo con sabor a árbol
eréctil, vibratoria alucinación heroica
vamos al jardín de las moras venenosas
como al principio, cuando queríamos morir
y no nos entregamos a la muerte
porque nada quedaba tras nuestra mutua devoración

las orlas fantásticas que decoran nuestro amor eterno
se mecen en un pequeño viento tan alto
por encima del cielo, de los gallos de riña, del vástago perdido
tan alto que es como el sol
una diadema clavada en el ojo
un camafeo como un puñal que abre heridas para dar vida, dar a luz

siento un sueño más
es indefinido
absolutamente
es el sueño nihil
como un efluvio, un vapor, una tela hecha de nada, de pelos de vapor

el tiempo detenido
movimiento puro
hacia el fin
inconmensurablemente inmediato o mentira

la vida de la transformación nunca se acaba
ni la música de la mente, de la realidad, de los sueños, del alma,
del corazón, de la naturaleza, del sol, del cenit, de lucifer

somos sí y tal vez
un concierto para tres pianos
quién

plumas asfaltan las calles acuáticas
ira y calma

la venus viaja en forma de liquidez geométrica
rodea la tierra
envuelve
abrigo de fuego que es el centro
nace sin nadie de la espuma

caracola albóndiga
la poesía choca con la realidad
piedras en el camino que derivan
en caminos inexplorados
como una lira tocada por un marciano

cuando vibre la campana del alba
redimidos despertaremos



judía

sos muy detallista
te gusta la música clásica
tenés ojos rojos

tenés savia en las venas blanca
osás gomina para ir a dormir
en los anteojos guardás sombrillas
y pantallas donde ves el presente

tus gatos son cambiantes
y estudiás sus conductas con afición
lavás las patas de los animales
en el lavatorio
o en el bidet

usás jabones perfectos,
jabones que a mí nunca se me ocurriría comprar
huelen tan bien, son deliciosos, adictivos
la vegetalina fucsia es lo que más me atrae

usás bikini de cartón, seas hombre o mujer
confundís las cosas y yo te las aclaro
y después sucede a la inversa
no hay más prosa que la sintaxis rítmica del verso

en el claro de luna, en el claro del bosque
un lago transparente y negro nos seduce
qué más queremos que hundirnos en el ascenso del agua
transparente y negra la sangre de las venas naturales
que proyectan su alma contra la piel de nuestro cuerpo también vegetal
una estalactita verde se clava en el corazón
bella herida por siempre sangrante y bulliciosa
de placer indescriptible, como un cisne celeste

la arquitectura del edificio o la ciudad que habitas
es un extraño dibujo de un palacio real cuyos seres
habitan el diseño, ein Garten
las duchas de oro preciosas declinan agua
al borde de las fuentes
esferas doradas flotan llevándonos adentro
esferas doradas flotan llevándonos dentro




lago y tú

voy al lago de la cama
estás saludándome adentro del ventilador
como un macho en partículas
te arrojo las manchas de la bikini
culpándote por las horas de playa
dónde me vertiste?
me rescató mi mujer (yo)
tuve un sueño muy frágil
devoraban mi cuerpo siete hombres
me ardían las entrañas
pero quería más
gozar duele, verdad?
a las cuatro de la tarde sonó
el teléfono yo me reí de él
partí corriendo
para no quebrar la vida ruidosa
volví al lago de la calma
donde no hay nada que se parezca a las noticias
respiro sin querer
veo bloques de hielo
no quiero morir
estoy cosiendo tu cuerpo que destrocé
lo que toco impacto
mientras te canto pero mañana
tal vez vuelva a matarte sin querer
adentro de las plantas pongo palabras
mi secreto es así, no crece
estoy furiosa y feliz
muy rápido
soy quien quiero ser en el silencio
en el velador encendido a la luz del sol
no sé qué estaba buscando en esta heladera
tengo que salir hacia el calor perpetuo
donde me hospeden pájaros
que también puedo devorar, pero acaricio
no, basta de ser trágica,
en realidad me estoy riendo,
no sé hacer que las bromas parezcan lo que son
me tiento
estoy a punto de caer al mundo
mi arcoiris, mi paraguas, mi helicóptero...
soy lluvia
vibro en una transparencia
quietos todos, los rodeo en gotas de mí
perciban
o soy yo la que me lluevo
no sé
qué hermoso o terrible no saber
licúo todas las frutas y me meto adentro
te saludo desde el vaso
hola a través del vidrio
bebeme que quiero vivir en tu cuerpo
y en tu mente, más que nada
a ver qué es ser otro
salgo a la calle con anteojos
soy un par de lentes
nadie sabe que hay alguien detrás
incógnito de mi desaforada grieta
basta, basta, cuántas veces lo repito?
frenarme o acelerar hasta el dolor del placer
es exactamente igual
no es nada, es algo
la verdad fluye lenta y misteriosa, voraz
como mi mantra surrealista
está bien, acordemos algo
tú y yo
somos tú y yo
miramos la luna desde el lago
fumar es estar siendo alguien
yo te vivo un rato
después vos me destrozás
nos incendiamos sin poder nunca
acabar
de ser
dame la mano
¡¿qué es esto?!



Los caballos comen de noche

el poco calor que el sauce
fundió hoy en su clorofila
vibra visualmente

todo aquel murmullo del viento
al que pertenezco
hace mover también
la hoja seca sobre gravel
la voz de pájaros
y otros animales
del atardecer

como un eunuco
mi único placer sexual
es el movimiento del micro
recordándome
sueños
va llegando
el color fluo
este extraño resplandor
¿qué despierta en mí?
frío fragor violeta
un espíritu de eso
como un alma
levanta niebla en mí

voy más adentro del paisaje
como si la luz reflejara
el interior oscuro de las cosas
sin corte transversal
entro como un rayo láser ubicuo
en mi alrededor
ya no hay nada de mí
el viento es mi oído
se funde sin luz
mi cuerpo real
entro al croar de la rana
que el pájaro imita
viajo,
sigo viajando

ya casi estoy en la noche
que aquí no es verde
sino rosada
aparezco como un tambor apagado
como un interno despertador
¡tanto vi!
de noche también comen los caballos
cruje entre sus dientes con labios
un heno tierno

ya los pájaros y perros
no saben qué imitar
con su sonido
el viento huracanó
sus plumas y pelo
adormecidos
recordándoles
el tiempo de la oscuridad
el neutro silencio (épico)

la voz también
se interna en las rocas
de su mineral ser
y el agua del cuerpo
percibe un blando letargo
que deja fluir
negro

la noche nos está atravesando
comen los caballos sin ver
las paredes producen invisible textura
luz fumando opio
bajo tierra
adentro de la montaña
la tierra toma colores
para el futuro temblor



crac y respirar (el sol tocado)

el sol tocado por nuestros labios amarillos
tazas de porcelana mágica como alfombras de velador de cielos
nubes pomposas y frías del norte de los sueños
con los ojos en blanco estupor vi tu enorme danza
alimentar olas de mi devoción tibia soplar lábiles vientos
la naturaleza de las hojas y los ojos verdes como el pelo de los conejos drogados
en el untable frenesí de nuestra miel de luna, mil besares
conozco el fresco sentimiento de dejar desear
sábados juntos como piedras de una construcción del amor
nuestro sutil manicomio, casa, llena de muebles blandos de corazón
armonización japonesa para las mañanas en que no han despertado los seres humanos
las animalas van a nadar a nuestro atuendo, a nuestros aposentos de agua rara
quisimos ver los vasos vivirnos al ver beber
qué sentimientos poco simples para disfrazar de algún modo neutro, terso, lacio
qué enferma riqueza que no podemos aprovechar, ¡a la reserva! ¡a las bicicletas de pelo largo!
a ver volar los mejores sueños hacia nosotros mismos, envueltos en telas de vicio
crac y respirar, biombos de paño de piel, fiestas diminutas en los baños
respirar el terciopelo que te cubre y sopla, evidencia de tu ser sutil



esto es una ópera
los que viven no pueden dejar de cantar
les arde la garganta
pero nadie los pesca de ahí
ni los trae a lo seco sin canto

yo quiero escuchar
sin responsabilidad
canten, vivan, no pueden descansar ni morir
vayan ahora al agudo
no osen detenerse
permanezcan en el la

por qué ordeno sufrir?

en el intervalo tomo café
nadie me mira
yo los veo no mirarme
ser ellos mismos
los cantantes fatigados tratan de exterminarse
pero los toca el acto siguiente

tragedia
los edificios del mundo están aburridos
de ver microcélulas de frío terror indiferente
tendrían que irse todos a las casas
y ser personajes buenos
el mundo es un monoblock
navegando en internet sin rumbo
por qué yo lo miro?
ahí estoy yo, tan chiquita, no me veo
mis dramas parecen dibujos animados
para adultos sofocados por la carencia del todo
mi ansia es un manchón olvidado en la pantalla
mi modernidad, oh, mi modernidad
comienza a desplazar lo real hacia el fondo del escenario

hay animales en la platea
vendados con hojas de parra
que no pueden dejar de oler
quiero ser comida de perro
amanecer en el más allá del perro
ya soy ciega por tanta pantalla
ahora pienso en flotar hacia acá
más cerca de mí, dónde?

las máscaras eran lindas
pero las atropelló un viento
igual nadie mira lo que hay
salvo, oh, salvo mi amiga y mi amigo
nos vamos los tres a la laguna
el balneario diseñado por lo real
se dispersa contra el deseo de mí
ellos son sofás muy cómodos
donde me siento hasta desaparecer
sin brutalidad, lenta como la verdad natural

mis amigos tienen algo que se llama ojos
ahí me veo
qué delicia es el amor
me acarician sin que lo pida
me devuelven mi piel
mis órganos sensibles
mi mente imaginaria
no cantemos, por favor,
quiero recordar este silencio para siempre
donde el amor ocurre
como una enorme necesidad del mundo olvidado
sentido del tacto

aparece una sola palabra
intermitente y diluida en la leche rosada del tiempo neutro
es una brisa del universo
colada entre las manos
la nada robótica se esfuma ya
y quedan quietas las palmas nutrientes
entregando exquisitez



fresca de talle

viene naciendo en mí un alba fresca
está llena de bosques minúsculos como insectos del atardecer

quiero encontrar las flores perfumadas
de donde proviene este fragante veneno
las brisas, las lomas, las albúminas
quieren quebrar tu tallo rosado fléxil
imposible



óvulo

el agua normal de la vagina
yogur
quién piensa en estas cosas hoy
la carne quieta se olvida
la gente ha olvidado el sexo
sólo escriben y escriben
como deteniendo la cascada del ser

miento
soy yo la que se acusa
de mentir que es pecado
aunque nunca pueda enunciar
lo que es verdad
derramo mi leche en vano
nadie bebe de mí
bien que ofrezca lo mejor de la sangre

manando
no puedo ver el viento asesino
se quiebran mis puentes sociales
sola en el infierno
la única alma en pena
floto en el vacío, ves?

ahora estoy quieta
viajo en una música peligrosa
que nombra las debilidades
todos cantan las letras de esta canción
de memoria
dictando mi sufrimiento anormal
me entonan

voy a nadar a un acuario oscuro
de espesa viscosidad
donde no veo mi piel
y nada puede deslumbrarme
porque los ojos están muertos

quiero llorar, llorar,
ver a las personas
tocarles el aura pura
si es que la hay

voy a nutrirme de este espíritu extraño
que hoy encontré
aunque tengo miedo
porque no sé qué es
ni cómo se llama

hoy ha pasado
mañana
estoy comiendo mi alma
bocado a bocado con precisión escolar
sólo que nada es yo
en este universo laxo
mi alma sangra en las fuentes
y yo vivo sin cuerpo
detenida en la eternidad

silencio
ni una voz crece en este páramo horrible
corro hacia una estrella que desaparece
veo el último brillo hacia la explosión del todo
cómo he podido llegar aquí?
no fui yo la que me trajo?

estoy perdida
aridez de los labios
sólo mi pelo está creciendo
me anuda a los cactos negros
donde mis hijos me castigan
repitiendo el mismo llanto que yo

la voz de la nada también
dice lo que recuerdo que era mi nombre
siempre había rogado
habitar esta isla ignota
puedo salir... ya?

quiero ver las nuevas matas
poner huevos de la realeza
quebrar mi ropa contra las paredes de la verdad
en el espacio no las hay
ni una nube de celos
cero sentimiento
no puede saberse lo que es la felicidad



Porciones de Rojo

veo los bollos verdes cómo brotan al llegar el 30 de agosto.
Ya es primavera o: me viene un shock.
Los pequeños rosetones sufren al explotar,
pero todo goce es cuando algo arranca.
Así el goce poético me arranca la caída del sol.
Salgo hecha una tromba a la vereda;
si puedo, con escoltas mujeres.
Hay un diente en esta rama, dice una de ellas.
No, no es un diente, es una planta
es el árbol mismo
de verdad
brotando

Entramos a la casa
donde no hay adultos
y preparamos tres exquisitas
cada una distinta.
Al finalizar la cocción
rellenamos los bombones
de torta con sangre de la menstruación de luna llena,
a todas nos viene igual.
En la torta se ven porciones de torta;
es como de gelatina, por eso se ve:
una tetita flota, muy levada
también se ven dos bocas besándose quietas,
respetuosas del género que les tocó: el rojo
¿Por qué siempre rojo?
Porque soy ya una mujer.
Sangro sangre que sale de mí, pero que nunca entró
y producto de mí también voy a dar
cuando alimente a mi hija.
Ella me va a arrancar la sangre blanca.
Hija, tomala.
Pero, mamá, ¿no es tuya?
No, es para vos.
Tomala que si no me broto toda.

Toda brotada salgo a la calle,
es como si tuviera ruleros, pero son los granos
El carnicero quisiera manducarme
uno de mis gordos e hinchados granos,
porque para él todo es carne
pero
para mí "todo es sangre"
y cuando paso frente a su vidriera me lo exploto
el vidrio queda marcado,
yo chorreo por algunas cuadras
¿Estará siguiendo mi rojo?
Él tiene experiencia en eso
Sin embargo se quedó allá, lavando la vidriera.

Cuando llego a casa cierro de un portazo
corro al balcón como si todavía pudiera creer que salir es salir
El sol está otra vez manchado de sangre
y tiene cintura, que antes nunca había tenido.
En la bañadera,
cuando me paro bajo la ducha,
veo la fugacidad con que aparece una gota grande de mi Rojo
No la veo caer, sólo brota
la sangre
en primavera
el pan se hornea más rápido, las tortas también.
Y a pesar de que en la ciudad no hay mucho levante
algo se ve, una mirada satisface la insatisfacción del deseo
todo el día
viajo caliente por las calles, por suerte,
así, mi casa vuelve a arder
y mi hija es sólo una mascota que no habla,
ni mama.




"puentes de sidra y helado"

en la larga estepa que circulábamos
vos sobresalías más
tenías como un puente o muchos
a tu alrededor
y yo me subía a todos
o algo así

vos te fotografiaste con vos mismo
yo te tenía la cámara
nada más
parecía que hubiera un proyector de caras
mostrando los rieles de los puentes

un filtro de diamante opaco se apareció en tu ojo
viste?
yo qué sé
había un viento total que se pegaban
mis labios a un beso colgando
de tus puentes sabios, rotos

en la ropa que dejaste al lado del momento laguna
hubo un bulto
que se movió
como la simpatía
o el mal humor

parece tu estilo
ver llover helados
parece que estás llorando
pero eso no te toca a vos, cariño
sabés algo?
creo que sos un espíritu que vive en mi casa
en el fondo
no te conozco

voy a enseñarte a masticar agua
es un chiste que se me ocurrió
no te divierte?, ah
pero probá
viste que está buena el agüita?
mordela bien
no te atragantes
qué boca gorda rica
tenés mojado el rubor labial
qué suerte que estés tan cerca
así te puedo besar
vení, mush, me acerco, mush

después ya no había más sidra en nuestros corazones
el chocolate crocante estaba roto en la heladera
y el de dulce de leche
a medio derretir
quedó arte
mírenlo chicos
vengan a chupar la sangre del primero de enero

y al atardecer de este día no ordené
los otros cortan sin dejar mensaje
voy a buscar la pastillita, vos
dormite







Clarice

A veces para escribir es necesaria una amplia calma que libere la superficie reveladora de las cosas, como ese hombre, mayor, rico y elegante, que mira lentamente el café hasta toparse con los colores de mi chal, donde -sin verme a mí- su mirada se vuelve aún más lánguida, parece que no tuviera fuerzas para fumar. Pequeños pájaros saltan sobre el toldo amarillo, a contraluz se ven las patitas, más nítidas que el cuerpo redondo, y su movimiento de a pequeños saltos. Una vez canté mucho, mi voz unía en su torrente las más diversas ramas del género humano, en el sonido que yo abría volaban también seres de carne, muertos por siglos, y cuyas sombras luminosas habían roído hasta entonces la piedra. Por momentos mi voz era un murmullo rígido adonde se acurrucaban las mismas almas que en el crescendo subían y se alejaban sin perderse de la vista de mi canto. Cualquier alma más podía ser nacida de ese canto luminoso, mientras yo sentía que nunca abandonaría mi voz.
La fuente duerme un sueño de plantas mojadas o clava agujas de sonido en sí misma. Las migajas se hincharán hasta el verde en la fuente si es que un pájaro no ejecuta antes la miel de la devoración. Miles de niños forman las aguas danzantes del mar. La turbulencia de los árboles crea viento allí donde había una estática, una potencial fugacidad, así como el silencio está cosido con hilos de realidad sonora. Las frutas del cielo lloverán, el manantial del primer día del Espíritu, beberemos del celeste como nuevos dioses naciendo lentamente y cada vez volando con mayor levedad. Trazan bocetos de sueños las palabras, sin alcanzar a desaparecer vibran un poco más en el aire lunar hechizando los ojos del alma apacible y ávida de dulce calma. El ruido confunde mis células, despierta mi silencio acumulándose como vino. En mi propio pelo anida el futuro, donde se pasea, esclavo del tiempo, yo le ofrendo lazos y no sé si deseo leerlo. Por la calle la gente rueda como bolas de cristal, están empañados por el humo de la vida que no han olvidado, pero algo sin tiempo y sin lugar permanece, como la emoción de la dicha que tal vez no se revelará. Esa mujer mira un pájaro sonriendo, ¿es la misma que antes se hamacó en los juegos de bebé? Esa mujer soy yo.
Se durmió un pie. ¿Si se durmiera todo mi cuerpo, moriría? Estaría más cerca de no sentir mi cuerpo y conocer el sueño lento de la muerte. He soñado que escribía novelas y poemas enteros, esas noches fueron libros para siempre cerrados. En las palabras ocurre el tiempo, ¿verdadero? Las palabras me vuelven más real, me hacen existir ante mí misma a través de su deslumbrante libertad que me guía. Sé cuál es mi cuerpo en una multitud, ¿a quién se parece mi espíritu? Siento que en él cabe todo, caben los demás vistos por mí, por sí mismos y por los demás; con fruición intento correr y es igual hacerlo huyendo de mí que hacia mí, el mismo lugar plagado de voces y miradas. Pero conozco mi medicina, soy capaz de atravesar mi dolor y mi tristeza, ¿es más mía mi felicidad, sin embargo? ¿O es más yo una pureza pálida que sonríe llorando? Adoro poder ser herida, soy vulnerable y por eso puedo cantar. Cuando me seduzco en las melodías del piano de mi voz planeo sobre lagos turquesas y arena volcánica y pareciera entonces que nunca volveré a devorar carne, suelto alas, pájaros y adolescentes llorosos, todos se zambullen en el cielo aéreo o en el cielo acuático, y yo floto convertida en un puñado de plumas que se dispersan en la inmensidad. Soy sigilosa para ver la humanidad, les hablo a los animales y ellos me escuchan y me contestan. ¡Tengo tantas lenguas!, no sé por dónde me salen, me asusto y pienso que todo eso no puedo ser yo. Sé que sé llorar, o no debería decir "sé", debería decir "lloro". Las lágrimas consuelan el vértigo de un desasosiego como manos que me soltaran en el vacío, ahí llega la laguna de piezas lacrimales, líquido adonde me hundo hacia una dulzura antigua, anónima, es extraño que allí sea más yo que en ningún otro lugar. Siento que pertenezco a una diosa con poder para dirigir la temperatura de los seres y las cosas. Me transmite ese don por rayos del amor que le entrego y puedo superponer las temperaturas a las palabras. Fumo en la terraza de un edificio alto y veo todas las ciudades. De la mano sostengo a mi amor circular. Las voces de lo bajo llegan como música de nubes altamente blancas y que serán más tarde púrpuras como los ojos del amor. Porque mi ley es amar y ser amada, por el aire de ciertos seres quienes nos nublamos en el placer y la suave tristeza y las crisis. Escribo por la mano de mi amiga que escribe. Ahora sé lo que soy yo, mi límite es como el agua, circunstancial, sospecho la felicidad detrás de los ojos (es el llanto), y es inmortal esta fugacidad (de vivir). Me sumerjo con ella en un arca de agua, puedo sentir sus rodillas bañadas por mis dedos, sus pies palpando la naturaleza como un feto vivo. Más que mi mano le doy la boca de donde sale agua de palabras, y el amor frío de metal se afila en un plano eterno, circular, de átomos manjar que cenamos bajo el agua junta de las dos. El mismo ser de amor es otro, fortuna, el cuerpo nos envuelve; no siento necesidad (de salir), todo está llegando, como en el cuerpo amor. Mi piel de agua está bautizándome. Piso el cielo y me hundo en fuegos frescos, violetas, donde huyen los átomos de realidad, ¡sé ser yo!, ¡sé ser yo! Los árboles disfrutan su indomable verdor.




Romántico Blando.

Romántico. Otro atardecer que parece helado. Voy cantando por la calle granizada, la tez de la nueva estación sonríe en las ventanas relucientes de agua polvosa. Lo blanco sacude la realidad con su saber esponjoso a la vista de los perros y la humanidad. Todos nosotros cambiando de peinado y de ubicación sin conocimientos cabalísticos que pudieran dar sentido a nuestras arbitrariedades. La estación va a salvar esta expresión de angustiante curiosidad que convierte al futuro en el objeto del deseo, un futuro cercano que confirma su proximidad en nuestra ávida imaginación.
Romántico. Vuelvo de dar mi vuelta en la lluvia ácida de Plaza de Mayo. Me convierto en mí misma una vez más. Contesto que sí a todo y así creo mi nueva individualidad. Soy cósmica, sí. Soy de aire. En la voluntad desaparece todo y un presente arrebatado grita agitándose en mi deseo una vez más. Me encuentro en el ascensor. Con una familia. Me pregunto por qué no soy así. Ahora digo "no". La hija es la esperanza. O la madre, si se fuga con su hija, o sola, o si se fugan los demás, la hija, dentro de dos años. Que vuelva, que vuelva, como vuelvo yo de mi salida para ver el cielo de nieve negra cubriendo todos mis miedos con su manto de derretida espuma muerta bajo la cual relucirá pronto, con los ojos dentro de la noche de los sueños, algo más, otra cosa, en un presente que se separa de la oscuridad.
Ya en casa preparo mate cocido con arvejas. Voy mintiendo rumbo a los espejos de la casa, presiento todo lo que soy, sin palabras, y no lo puedo englobar. Cualquier cosa es la vida verdadera, tener curiosidad es mejor que ser feliz que se acaba, el entusiasmo renace con todo… si puedo, si algún astro cambia su posición y me mira de frente, sale del exilio, y convirtiendo postura de sistema solar entra en mi signo. Entra. Necesitaba un amante, ahora lo recuerdo. No era cualquier amante. Era ése, el que no podía ser. La soledad puede crear la compañía más perfecta, pero si llega, ya no lo será. Huyo del tiempo. El olor de la lluvia me hace llorar, de verdad, de placer inagotable. Huyo del tiempo hacia mí.
Me tomo de la baranda del balcón. Me cae la lluvia furiosa, entonces me imagino desmayando sobre la barra de acero cilíndrico, como una obra de teatro con personajes de papel maché blando que ya se secó pero igual volvió a mojarse con la lluvia de esta noche, crucial para mi vida.
Oigo el sonido de la penetración. Ya había llegado otro amante e incluso había empezado ya a penetrarme y yo todavía tirada en el balcón blando. La imaginación iba más allá de mí, como estar loca, hablar mientras destapás botellitas rotas. En el subte si hablás sola no estás loca, tiene que haber algo más. Me juego el todo por el todo conmigo misma a través del hombre esta noche. Era noche para un hombre, fueras lo que seas.
Yo te vi, vos eras mi amante inesperado. Pero ya mismo te veo desvanecer como otra ilusión en el aire de la lluvia. Ya mismo ya ha pasado. Contribuyo al aire móvil del tiempo, el viento, que recuerda que el tiempo existe porque va pasando. En verano el tiempo corre más rápido, con tempestades huracanadas. Hoy es invierno de nieve, con todos brillitos puestos en la lluvia por la granización. Agua oxigenada me hace falta y voy a la Farmacia. Un muchacho está comprando preservativos, lo envidio, se da cuenta cuando lo miro un segundo, sale, en su auto lo espera la novia fumando benson and hedges. El lingote de oro en forma de falo que te llevás.
No, nada. Hoy no rendiré cuentas, mi vida, a vos te hablo, vida, querida, cuánto te amé siempre. No quiero dejarte de lado, ni vos tampoco lo hagás. Te adoro más que a nada, más que al conocimiento, a la inteligencia, pero no más que al arte, lo mismo, un solo corazón.




abrimos las ventanas

a Gary



savia mana de tu origen
allí donde puedo ser tu eterna
voy a querer que me envuelvas

es extraño
saber que te quiero

voy contaminada por la avenida
huelo el amor camionero
y la bocina inflándose
así es que vuelvo al café

la gente y sus camperas negras
siguen viajando como si nada
yo, magdalenas

Consigo no moverme de una vidriera
de casa de tortas, ida
por minutos
es merengue que hipnotiza mis labios

voy a conseguir
viajar a visitarte
en las paradas bebo
café amargo

cada gato con su tema
cada gato con su sonido imaginario
cuando aterrice otra vez sobre la miel
ya no seré áspera

quieta sobre la nieve
suelta en tu esfera
quiero dormir como un pájaro
en vuelo
mi labial pinta flores
de loto de la fuente
y esta noche
en tu quinta
el tren trina sin detenerse
cuando te veo abrir
la nieve derretida
que, extraviada, seguía dando su paseo
por tu balcón

Vamos a ver los navegantes
las tibias puntas descoloridas
que aletean sobre el mástil
el fluir matizó los cactos
que imitan el coral
chillando verde

frente a tu hotel el tranvía
un excedente del sueño
que vengo teniendo

sobre tu lánguida cola de novia
otras puntos brillan vírgenes

dame los perritos,
aullá, llamalos
quiero darles la teta
haceles sacar la capucha
que el viento me los traerá
como medusas

siente, mira cómo mi piel
se regenera
me vuelvo yo perro, lagarto
coral
el amor es que cambie mi piel
a tu tacto continuo y diverso
nuestro tiempo es así,
cambiante, lunar

voy a seguir viendo tu estrella
mucho tiempo,
no hay más verjas
llegamos al centro,
infinito,
montados en caballos de aire y mente

fumo la realidad
para verla desbordar
como un beso se derrama
de la boca

junto al cafetín al paso
junto a la vía
voy a aparecer una mañana
hecha de papel fantasía
brillante y glaceada

En los azulejos
nos veremos
haciéndolo
la carne celeste en las figuras reflejadas
la sangre haciendo vapor del alma

tanta respiración táctil
que avanza aún
vamos a cortarnos el pelo
yo a vos
vos a mí
para que salga el sol del verano
no hay mejor amante
que el amor
¿sabías, querido?

Quiero defender tu sabor
en tu boca
¿mirarte?
Cuido tu placer
sorteo tus límites
quiero vencerme en tu cuerpo

Aunque nunca te había visitado a esa casa
rápidamente la encontré
plastificado en la cama,
una cierta piscina,
con capas de calor
vi las telas sobre la tela de tu piel

nos movimos por la bahía
veíamos
los sueños, tejíamos manchas verdes
nos dábamos la mano
adentro del deseo
así pudimos ver
la conmoción lenta
de la libertad



el tenue sabor de la sangre buena

está todo envuelto en sangre
pero es pura, bella, sin dolor
una sangre que es sólo vida
sin símbolo ni herida,
tibia y dúctil como el aire

los alfajores y las tostadas
los libros sobre la mesa
todo en un baño casi transparente
casi rojo sangre

en mis manos se leen
líquidas palabras de siluetas color carmín
dicen los nombres de las personas que me aman
las mismas que amo yo
repetir estos nombres
con las manos, con la boca
me hace un bien santo
me hace un bien eterno y limpio
así que ya podemos merendar

hay invitados fantasmas
pero están todos, es verdad
ilumina su tenuidad el sol,
la vida,
algo tierno y fuerte que quiere ser mordido

dando vueltas entre los fantasmas y yo
el espíritu de la esperanza
también casi roja, incorpórea
quiero hablarle, quiero decirle algo
mi necesidad no tiene palabras
quiero besar un cuerpo que no existe

su sonrisa dispersa mi miedo como un polvo
dispersa el temor, lo que domina, lo horrible
la tristeza está sentada pero se porta bien
toma la cuchara, sirve limón
y trata de sonreír

la felicidad está en todos los cuerpos
es el calor de la cintura
la idoneidad del rostro
en la gelatina de los ojos
irradia momentos de su estupor blanco

ya casi no existo
soy miles de fantasmas
es tan bello desaparecer
no ser, devenir invisibilidad



no saber

el piso está manchado de ilustraciones de mi vida

el lazo de amor florece a cada hora

el canto de las flores desborda el tiempo

la mirada de las cosas las enciende

no comprendo


quietas, intactas, sueltas
las almas

el paseador de perros parece feliz
contra la mancha del sol
y sus amigos cotidianos lo respetan
quieren darle un momento de alegría

las cortinitas de las casas
tienen pequeñas mentiras bordadas
para no tener que decirlas

en las lágrimas de las alumnas
encuentro una razón para dar amor

el tiempo parece inmóvil
pero fluye a través
de estos esbozos de vida
¿en qué orden?

la conciencia va y viene
como un péndulo bajo el agua
iluminado por la luna
por la luz verde de las plantas a la noche

entrego mi deseo al universo

soy viajante del espacio viajante

nada se quiebra en el fluir

los insectos siguen su destino
los cantantes dan vida en su voz
las pestañas protegen y seducen

y así el rumbo de las cosas
es un ensayo sin interrupción










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