Eduardo Ainbinder me pidió que escribiera algo para esta plaquette. Se acordaba de un elogio que hice para otro libro de Sergio, Mínimo figurado, algo acerca de la magnolia y el fisicoculturista, porque la tapa de la plaquette iba a ser una foto…Bien, me mostró la foto. En realidad (no en mi defensa), todo eso era idea de Sergio, lo del fisicoculturista y la magnolia, creo. A Sergio lo invitaron a un programa de televisión y dijo algo por el estilo.
Es difícil que uno recupere el tono de las cosas que escribió en otras circunstancias. También es difícil recuperar las revistas que uno presta. Es mi caso, así que voy a escribir algo breve sobre Paraguay.
El poema de las dos nenas en la playa es de mis favoritos. Me gusta porque parece que planteara un problema metafísico (como si fuera un poema más hacendoso, más, por decirlo de algún modo, retórico), y en realidad plantea otro, físico. Porqué, ¿qué se puede hacer con la poesía y la estúpida cabeza? Que la poesía no está en cualquier parte, es evidente. También es evidente que, si uno se confunde, el sobreentendido sobre los regresos puede funcionar como una pesadilla de felicidad. Todo eso pasa en este poema.
Otro, que Sergio leyó en la presentación de su novela, también me gusta mucho. Sergio siempre creyó que yo había inventado este verso de Lorca: "Entre los juncos y la baja tarde/ ¡ que raro llamarse Federico!" Me sobrevalora. Juro que existe.
En fin, no puedo extenderme mucho. Estos poemas se arreglan muy bien solos. Eso también les pasa: están arreglados. Como chicas lindas, me parece, y está bien. Maquillaje en miniatura, piernas diurnas, pestañas naturales, microscopías tatuadas en un paisaje excéntrico, en escala…
Todo eso está muy bien porque muchas veces la belleza adquiere el tamaño de las cosas que perdimos, que se están yendo.
"PARAGUAY"
EL CAPITAL
Ocurre algo curioso: llora.
SURF
De tu segundo párpado saltó encantado
"Papi -dijo-,
todos los días, desde que empezó... la...
surf "¿Dónde dejé la pluma?" -Surf: la poesía, qué idiotez...
Los perritos se ríen, dueños de sí.
ENVIO
Sobre los giros de estilo, una minúscula aldea.
UNA PERA
Recién comí una pera con pintas ocres y verdes
de Murano. El viento -clásico- se levanta,
SU
Querida Su:
No hay ninguna arboleda
Yo, Su, que viviré y moriré
DOS NENITAS
Pensaba que estar mal es ésto:
y ví una pelirroja de 5 años en el agua
me dije: "A lo mejor son las mujeres que amé,
SABADO AL MEDIODIA
Salpicando la bandeja que lleva mi tío,
EL REFLEJO DE LAS HOJAS
Se va la primavera, y veo eso con buenos ojos.
Hay además (retórica pura),
Lilas y lilas
Quizá.
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