Enrique Carné ..." Estos temas (digamosle así) proceden de inciertos espectáculos con los que deambulamos por Buenos Aires entre
los años 1982 y 1987. Fueron hechos, según creo, con la intención de entretener a la gente heterogénea que los fines de semana circula por los pubs con expectativas vagamente eróticas"...
Yo diría que Barroco es aquel estilo que deliberadamente agota |
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Metamorfosis …MUJER. MANZANA. SERPIENTE. HOMBRE. CULPABLE. ALBEDRIO. PARTO. DOLOR. TETA. NIÑO. SUDADO. PAN DEL CASTIGO. Era su voz como un pozo, profundo y misterioso escucharlo era hundirse más allá de lo remoto era salirse del tiempo, del mundo y sus contornos, escucharlo era caerse, de uno mismo, poco a poco. En mis ojos infantiles, su imagen se agigantaba como las sombras nocturnas estirando sus fantasmas y algo había en su mirada, algo como puñalada,, algo sobrenatural, algo que paralizaba. El hermano Luis Antonio, el de una España nostalgia, el de las manos huesudas, y una casi aristocracia, el domador de criaturas previamente bautizadas, el inspector de conciencias, de aquella escuela primaria. …El nos contaba una historia, absurda, cruel, despiadada, sobre cierto niño hebreo, de mala, muy mala entraña, que se pasaba las horas, los días, y las semana, jugando como extasiado con una ratita blanca. Y que el niño fue olvidando sus deberes y su casa y que sólo le importaba estar con su rata blanca y que un ángel del cielo bajó como llamarada y le ordenó el sacrificio de aquella ratita blanca. Y que el niño no hizo caso y que Dios se enojó mucho y que el niño no hizo caso y que Dios se enojó más y que el niño no hizo caso y que Dios se puso peor y que el niño no hizo caso y que Dios lo castigó y lo convirtió en una terrible, repugnante y asqueroso ratón. Y concluida la historia, se hacía un silencio malo cargado de brujería y de oscuros presagios, la moraleja infaltable no tardaba mucho rato y de la boca del cura salía como un hachazo SE QUE NO SIN CON QUE CASI, CABE OTRO ESTE YA CONTRA BAJO EN TAL UN SI VES ESO, NOS SOBRE DICHO QUE COMO A PROPIO TODO DE GUSTO, QUIEN PARA CABE TAL DESDE SER CUAL SORBIDO TOCASE Y ESO ES PECADO MORTAL! La campana del recreo nos sacudía de pronto y uno al rato se olvidaba de aquella historia macabra pero llegaba la noche con su legión de fantasmas y uno soñaba pasajes cubiertos de ratas blancas. Y así pasamos los años de aquella escuela primaria y la edad nos fue cubriendo de memorias y distancias y al fin salimos al mundo, medio como una emboscada sin saber muy bien en donde depositar la confianza MANZANA-SERPIENTE-HOMBRE-CULPABLE-ALBEDRIO Lo demás fue un tropiezo, un fiero mal entendido la ruta de un desencuentro, la historia de un maleficio… (de un maleficio, repito) De todos mis compañeros, cuyos nombres son un símbolo los menos sobrevivieron al Dios de los laberintos, al Dios de los Luis Antonio, que asoló estos territorios con sus fieros regimientos enmascarados de odio Algunos murieron antes, duramente hacia el futuro otros, los más desnudos, entregando sus mejillas… Mas esto ya fue historiado en muy cómodos fascículos para leer en familia, acaso ya sin peligro, para enojarse de veras, como todo hombre digno, recostado en el sofá de un humanismo podrido. Lo mío fue mucho menos, lo mío fue puro tango. Lo mío fue mucho menos apenas ese terror de ver mi casa allanada por un verdugo menor, y esos meses en cafúa, de escarnio y de mal olor, y aquella fiebre de plomo, quemándome el corazón y fue una noche de aquellas, de tanto interrogatorio, de carne electrificada, y de escupir hasta los ojos, que escuché como en un sueño, de sabor a vidrios rotos, aquella Voz como un pozo, profundo y misterioso, aquella voz conocida, la del acento remoto, aquella voz la del cura, que ahora me susurraba: CONFIESE HIJO, CONFIESE, CONFIESE NO SEA TONTOOOOO petrificado en mi espanto observé como mis piernas de pronto se transformaban en tiernas patas de rata ya no había dolor alguno aunque mucha repugnancia que se acentuaba a media que aquel cambio se operaba primero fueron mis pies enseguida mis dos piernas y poco a poco subiendo hasta alcanzar mi cadera mi asco se hizo mas fiero mi exaltación mas intensa cuando la cosa llegó a pudrirme la cabeza sentí como se estiraba mi enorme hocico de rata y digamos que lloré que lloré como una rata MUJER, MANZANA, SERPIENTE. Enrique Carné Junio 1985 Accidentes Sobre una mesa verdadera de madera de verdad reposa una hoja de papel en blanco. Frente a la hoja, un escritor, que sabe de gramática intenta escribir un poema que no diga nada. El quiere inventar el poema que termine con todos los poemas. Y hace sus cuentas. Piensa. Luego existe. Y cuando golpean a su puerta él dice: NO ESTOY PARA NADIE, HAGAN DE CUENTA QUE NO EXISTO! Piensa. Luego hay que hacer de cuenta que no existe. La humanidad entera podría llamar a su puerta que él no abriría. su madre de él, es decir su madre propia, podría arrastrarse frente s su puerta con un ataque de hígado y pedirle ayuda que él no abriría. Pienso. Luego, existe? ES NECESARIO INVENTAR EL POEMA QUE TERMINE CON TODOS LOS POEMAS. murmura, EL POEMA QUE TERMINE CON TODAS LAS FRASES, LA FRASE QUE TERMINE CON TODAS LAS PALABRAS, LA PALABRA QUE TERMINE CON TODAS LAS LETRAS. LA LETRA QUE TERMINE CON TODOS LOS SIGNOS. EL SIGNO QUE TERMINE CON TODOS LOS SIMBOLOS. EL SIMBOLO QUE TERMINE CON TODOS SIGNIFICADOS, EL SIGNIFICADO QUE TERMINE CON TODOS LOS SIGNIFICANTES. EL SIGNIFICANTE QUE TERMINE CON TODAS LAS BESTIAS. LA BESTIA QUE TERMINE CON TODOS NOSOTROS… Cuando haya terminado el extraordinario poema se convertirá en el hombre más celebre!!! De la academias Pitman, y lanza verdaderos gritos de satisfacción: ALABADO SEA YO, VIVA MI SANTA MADRE! EN EL NOMBRE DEL SUJETO, DEL PREDICADO, DEL ESPIRITU TACITO. ADVERBIO. De pronto el hombre comienza a saltar de satisfacción y en el momento justo de la inspiración, tropieza con la pata de la mesa, que no piensa, pero existe, y cae golpeando su cabeza contra la biblioteca, al tiempo que el tomo III de la Enciclopedia Británica, también cae sobre su cabeza, que sangra, como una cabeza cualquiera que sangra, como sangraría en las mismas circunstancias, la cabeza del almacenero, o la cabeza de mi abuelita, que tiene tercer grado, pero siete puntos, porque para la ley de gravedad la cabeza de los genios es igual a la cabeza de cualquiera Sobre una mesa verdadera de madera de verdad reposa una hoja de papel en blanco, frente a la hoja: un cadaver, muerto TOTALMENTE MORTO. Enrique Carne Junio 1983 El Comisario Espeche y el Cara Tapada Imagen de vías muertas, contra un perfil de galpones Imagen dura de un puerto, fatigado de camiones. Hay esa tristeza neblina, de muelles y estibadores, también la imagen de un rio, de pecho caudaloso y ancho y sobre todo una imagen, que está como dando la espalda a ese cuadro, la imagen desbarrancada de la ciudad de Rosario. De un Rosario de hace mucho, ya archivado y prontuariado de un Rosario compadrito, pendenciero, amalevado Rosario de casas bajas, con un destino portuario, receptor de marineros, de mafia y contrabando, y en ese tiempo otra imagen, la del barrio de Pichincha, laberinto de tugurios y tísicas odaliscas, y en ese tufo una historia, con fundamento de muerte, la del Cabeza Tapada y el Comisario Espeche... El Comisario Espeche practicaba el orgullo de haber barrido a no pocos de los malevos más turbios, era erguido y colorado, con mucho de hombre de campo abundaba en un sombrer y en un traje siempre opaco, Su rostro parecia un mapa, historiado de violencia, al hombre no lo arrugaban ni mafiosos ni vendetas fue trasladado a Rosario allá por el año treinta, por su fama según dicen de endemoniada crudeza. Asolaba los tugurios con sus populosas razias su asco era el delito y sus redes subterráneas. su ostentación la promesa, de terminar con la mafia, su insomnio una leyenda: la del Cabeza Tapada. ...Poco o nada se sabía, sobre el mítico malandra que Rosario bautizaba como el Cabeza Tapada, se le imputaba el comando, de un pecaminoso feudo abundante en contrabandos, prostibulos y malevos. Se cuenta que el personaje no dejaba ver su cara y que cubría su rostro, bajo una oscura bufanda alrededor de ese hecho circulaban las versiones de cierto incendio improbable padecido por el hombre. Regenteaba los destinos de fatigadas rameras, redundaba en guardaespaldas de cicatrices fuleras pero lo único cierto, sobre el hombre y su leyenda acaso sólo era eso, su condición de leyenda. Espeche se demoraba en trabajosas pesquisas, en vanas noches de insomnio, en prontuarios sin salida. Quién era el Cara Tapada, la pregunta lo seguía, era como un laberinto donde el hombre se perdía. ¿Acaso era un invento de rameras y malandras, sin nombre propio ni rostro, un espejismo, un fantasma? Espeche sólo vivía para descubrir la trampa, se volvió más enfermizo, la mirada alucinada, dicen que empezó a hablar sólo, que no dormía en su casa. La obsesión del Comisario se hizo charla en los burdeles, el tema ganó la calle y la atención de la gente, en patios de conventillos se hacían apuestas fuertes, el asunto ya tenía dimensiones de sainete. ...La historia propone ahora la imagen de una bodega, abandonada en el puerto tras un muelle de madera, es una noche emboscada con desgarros de tormenta, hay una luna rojiza, y ojos de gato en la niebla. También se ven los perfiles de negros autos que esperan, en una luz alargada que llega de la bodega; adentro de la bodega, el Cabeza Tapada, acaodado en una mesa, bebe rodeado de hombres, de naipes y alguna hembra. De pronto hay un silencio, alguien ha escuchado algo, los malandras se sobresaltan, hay un aliento apretado, dos hombres salen a ver, al instante hay disparos, el Cabeza y sus compadres saben que han sido rodeados. El posterior desenlace redunda en detonacionesm en obsenas agonías y fatigas de revolver, lo cierto es que la policía con Espeche a la vanguardia, dieron por fin esa noche con el Cabeza Tapada. Los malevos se entregaron cuando el cielo ya clareaba, ya se acercaba el momento, que Espeche tanto esperaba de saber quién se ocultaba detrás de aquella bufanda, de encontrarse con el hombre, frente a frente, cara a cara. El final de una leyenda se pierde en contradicciones, hay un hecho sin embargo, presente en todas las versiones un hecho que es como un signo, que quiere decirnos algo, algo tal vez como un sueño, con sus mensajes mezclados. Se cuenta que el Comisario, ya frente al Cara Tapada quiso para sí el lujo de arrancarle la bufanda, dicen que en ese instante, su mirada era macabra, que parecía extasiado, que las manos le temblaban. Se cuenta que fué un grito, absoluto, sobrehumano, que Espeche retrocedió, con la cara entre las manos como quien viera el rostro del mismísimo diablo. Que se incorporó de golpe, ya con revólver en mano y disparó enloquecido contra el recién capturado. Mientras que sus compañieros lo observaban espantados, Espeche frente al cadáver tartamudeaba extasiado, ¡TAPENLO, MALDITA SEA, NO SE MEQUEDEN MIRANDO, NO SE DAN CUENTA (gritaba) QUE LES PASA, HAGAN ALGO, SU ROSTRO, MIREN SU ROSTRO, ES IMPOSIBLE DIOS SANTO, ES UNA COPIA DEL MIO, CU CARA TIENE MIS RASGOS, ES MI DOBLE, ES MI PLAGIO, EL ES YO, YO SOY EL... Cabe agragar que el Comisario fue dado al tiempo de baja , que murió en un manicomio, que lo ataban a la cama, por esa manía suya que de noche lo asaltaba, de escaparse a los burdeles, con la cabeza tapada misteriosamente envuelta, en una oscura bufanda Enrique Carné Junio 1985 Plegaria de un niño con serios inconvenientes de conducta Me vengo con vos abuelo, ya no soporto a mis viejos, yo soy un pibe sencillo, yo quiero ser como vos, ellos son padres modernos, pero pa´ mi están enfermos, creo que son comunistas, o quizás algo peor. Te pido que me comprendas y no creas que exagero, padres eran los de antes, hombres serios como vs, estos son dos egoístas, que solo piensan en ellos, mirá son tan inmaduros, que el padre me siento yo. Mucho Piaget, mucho verso, pero de afecto ni medio, que si Lacan dijo esto o que si lo dijo Freud, y cuando llega la hora, de sentarnos a morfar, yo con mis dos hermanitas tenemos que cocinar. Yo no soy un conflictuado como me dice la vieja, no necesito analista, yo soy un pibe normal, este mundo está chiflado, se ha perdido la decencia, si yo soy un pibe bueno, yo sólo quiero un hogar. Abuelito te suplico que me saques de esta casa, esos dos están dementes, esa no es gente normal, mirá si serán enfermos, qu mamá con gusto acepta, recibir en nuestra casa a la amante de papá. Me dicen que soy un nazi, me hacen la vida imposible, con la música que escuchan, siempre a todo lo que da, yo se que ellos fueron hippies allá en los años sesenta pero ahora son mis viejos que se dejen de escorchar. Yo quiero una madre de antes como era la abuelita, que sepa amasar los ñoquis con ahinco y con fervor, que prepare tortas fritas, los domingos por la tarde, que me rasque la espalda y me mime con pasión. Abuelito te suplico que me saques de esa casa, esos dos están dementes, esa no es gente normal, ellos critican mis gustos, no comparten mis anhelos, y me fajan cuando digo que quiero ser militar. Enrique Carné Julio 1985