El Almacén
I
Pastora y su almacén
de cosas deformes
en la ionósfera
los ojos de Cacho en salmuera
la verdulera
del sinfónico Gustavo
y el talero y los fantasmas
del cambio español
Franco por el rey
viejo mentiroso
la vida por la muerte.
II
Cuando Pastora borda los límites
de la República Vasca
y Cacho sueña
ser héroe en el naufragio,
Gustavo abre el almacén.
Son las once de la noche.
III
Son las once de la noche
de una noche normal.
-Dos kilos de pan
y quién amasó hoy
el papel que me toca
en la angustia.
-Solange de dieciséis,
que no enferme
su costumbre.
Vaticina por panes
el descanso eterno.
De día masaje
de noche amasa
sabe lo del alfa
y la omega.
¿Qué te doy? ¿Tu pecho
o tu espalda?
-Y mis brazos.
Algo de vino.
-Dos kilos de pan
y dos tetra.
-¿Cuánto es?
-Nada. Va de parte
de un ángel hermoso.
IV
No es la Alahambra
ni un parque lunar.
A Olga le gusta bailar,
soltarse el pelo
detrás de los cajones,
las botellas verdes
de la leche,
morder los algodones
que Olguita guarda
en su claustro original.
Un patio de almacén es
la cara insomne
de labios pintados
y una rata negra
que acaricia Olga
y esa carcajada
al amanecer.
V
El almacén listo
a recibir el cetro o el bautismo.
Solange es la pasión
de todo lo hecho
y Gustavo la rodea.
Dan vida
a un bebé sintético,
lo sientan en el mostrador
donde está el pan de centeno.
El príncipe no tiene dientes
y en las tinieblas
lo que conmueve es
carne.
Aquí, el cornezuelo
de la forma libre
lo alimenta.
VI
Pastora tiene tatuado
en el pecho izquierdo
un jazmín.
Cacho
una corona de espinas
en la espalda.
Al conocerse
fueron a dar
contra una pared
de azulejos.
VII
Con el principio
Humberto creó un almacén
y la tierra.
Pero antes
bajó de un barco
durante diez años.
Dejó
el trayecto
por una cadera
María de Israel,
de cintura palestina
y sangre.
VIII
Lumba negro
hechizo fino
media res
de mil metros cae
cuando el músculo
es fe
deshace al último negro
y Magdalena Olga
esta vez
bajo la parra
montada en lo que queda.
Raza.
IX
En la parte húmeda
de la fiesta
carbón
de Jerusalem
o despensa española
siglo
X
Olga dice que nos ama
y que no hay vasos
para beber el agua de dios.
Una rata negra
que acaricia Olga
y esa carcajada
en el amanecer.
XI
Cuando joven
Pastora era sepia
gastaba virtudes
mostrando sus huesos.
Qué madre flaca,
sin prensa.
Nadie le avisó.
XII
Oh, genialidad
gentileza de quien
abrió la llave
de gas.
Hossanna en las alturas
las pastillas
funcionan esta vez.
Oh, Gustavo
tu mirar se genera
en un acuerdo
entre tus ojos
y mi dinero falso.