Baudelaire en el burdel (La confesión del crítico)
A Jorge Glusberg.
He sobornado. Confieso: he sobornado.
He pagado mi entrada con elocuencia
a falta de l'argent.
He derrochado elogios y pensamiento
hasta que mis ojos y mi intelecto
se reblandecieron como un helado
bajo las lenguas voraces.
"No te matarán mientras seas útil",
pensé, con la lógica de los campos.
Hoy sería un teórico del siglo veinte
pero aquí estoy. Convertido en algo peor que las putas:
en quien les paga.
Beatriz Vignoli
(Rosario, 1999. Para poesia.com).
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