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Oscar Steimberg nació en Buenos Aires en 1936. Su obra literaria abarca poemas publicados en revistas de la década del '60; el libro de relatos Cuerpo sin armazón (1970), en el que Oscar Masotta señaló ''la expulsión (sabia) de todo lo parecido a una conciencia de saber''; el extenso poema Majestad, etc. (1980); el volumen de poemas Gardel y la zarina (1995). En otro orden de textos, es autor de conocidos trabajos sobre lenguaje y géneros de la comunicación masiva.

Oscar Grillo (Buenos Aires, 1943), pintor y dibujante, ha expuesto sus obras en Buenos Aires, Milán, París y Londres. Obtuvo el primer premio del Festival de Cannes por la animación de Seaside Woman, película producida por Paul McCartney. Colabora para revistas internacionales y ha ilustrado numerosos libros de poesía.


Figuración de Gabino Betinotti


Glosa XI


Hombre atento, Gabino…No sabía bailar; pero; si acaso, lo hacía, como se dice, en una baldosa. !Para las madres y las novias, para el comisario y el maestro!



CANDOMBE DEL NEGRO Y EL INGLES

          …pues padezco en querer y ser querida.

                    (Sor Juana Inés de la Cruz)


Así cantaba una blanca,
allá por el 36.
Eran los tiempos de Rosas,
yo no los alcancé a ver.

Me gusta un negro de rojo,
bonito como Luzbel.
Buscando un diablo de rojo,
me quedé con el inglés.

Nunca el negro llega tarde
cuando llega el candomblé.
Buscando no llegar tarde,
me quedé con el inglés.

El negro nunca me habla,
pero baila como un rey.
Buscando al que nunca habla,
me quedé con el inglés.

Por raro me gustó el negro,
otro paso y otra piel.

Por el gusto de lo raro,
me quedé con el inglés.

Cuando el negro se cansaba,
venía a hablarme un francés.
Como no le entendí nada,
me quedé con el inglés.

Y el negro se fue alejando…
ya no lo alcanzaba a ver…
de puro quedarme lejos,
me quedé con el inglés.



Glosa XII

Hombre de cátedra, Gabino.
Maestro, le decían.
¿Y por qué?
Porque Gabino les enseñaba a leer.
Las letras.
Una letra no es un verso de libro, explicaba; se lee distinto, por-
que tiene la música.
Y mostraba las letras en las partituras: allí se podían ver pala-
bras raras sobre el pentagrama:

Quevos e-rasmiale-grí-a Ymisueñoa brasa-dor.

Pero en El alma que canta no salen así, le decían.

Y él contestaba, rápido: eso es disfraz.

Y si era Carnaval salía como todos, vestido de mujer.



TANGO DE LA BRUJA

               Nadar sabe mi llama la agua fría

                         (Quevedo)

Yo no te voy a querer,
yo no sé qué es la ternura,
yo no soy una mujer:
te está siguiendo una bruja.

No vengo del arrabal,
no sé lo que es la costura,
puedo pagarme el champán
y aguantar tu mishiadura.

Tengo unos años demás,
tengo una loca estatura;
quiero doblarme a gozar,
quiero reírme a tu altura.

Quiero bailar a tu son,
quiero quebrar mi cintura,
quiero pedirte perdón
para tapar mi locura.

Un alma baila al compás
de la pena que la estruja:
un alma ya no da más,
se está muriendo bruja.

Sé que te vas a escapar,
a mí ninguno me dura,
pero yo igual puedo amar
cuando se agrió la dulzura.

Si te cansás de bailar
si el tango ya no te gusta,
si no querés ya escuchar
esa risa que te busca,

la bruja te va a salvar…

porque te va a devorar…

y nunca te va olvidar.

Que para eso

           es una bruja.





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