CUENTAGOTAS CON ETER
CEGANDO A RENE CHAR
a través de la centella negra, te oí
llegar, segura invisibilidad
sólo con los ojos pero tampoco
son los ojos
la luz
justo al cerrarlos
CIERTAMENTE NO TENDRE MEMORIA
escribiré que escribo, sólo un
circo en la playa pudo darme tan
feliz coartada, una enana no muy
pequeña montada a pelo, unas
riendas de ruda soga y sus
diminutas nalgas contrariadas por
el trote. Qué hace ese caballo
desbocado hacia el bosque, los
cascos dejan pozas irregulares que
la humedad desmorona
escribo y escrito queda, tus ojos
fijos en el rostro ausente, ni soñarnos
interminable desorden de objetos y
horas, siquiera espadas entre
nosotros, mismas que transitan mi
bosque de artificios, donde aúlla el
animal que a nadie pertenece.
i esa es razón de canto.
Una muestra de poesía joven chilena
X Yanko González Cangas
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