www.poesia.com
AnteriorPortada Inéditos           Prox.

 


Envíe esta página a un amigo!


DE LA LENGUA Y EL ARTE COMO CAPITAL


El verbo inglés ante la acción del fuego

La casilla del guardabarrera de Bahía Blanca Sur
tiene dos pisos: ladrillo abajo y arriba chapa y madera.
Abajo, sobre lo rojo, hierro: "Es prohibido
transitar por las vías". Los ingleses construyeron
sus frases desde los cimientos
con voluntad igual a la de sus arquitecturas:
funcionales y con vocación de eternidad.
Pero aquí la localía impone sus límites,
menos por la acción razonada de los ciudadanos
que por la inercia convulsa de los paisajes.
Y alta ardió ayer la casilla, y cenizas quedaron
de la madera que cruzó el océano, y las chapas,
en el momento culminante del calor,
volaron sobre los cascos de los bomberos.
Luego encontraron entre las insistentes paredes
pedazos de vidrio y un hombre asado.
Si existieran, sería posible conjeturar
que el humo espeso y tentador, en volutas
negras revueltas subiendo hasta sus mesas,
habría complacido a los dioses del lugar.







Glosa a "Ode to a nightingale" de John Keats

El dolor en el corazón está. La modorra
también, ahí en el jardín, bajo el ciruelo,
sentado en la silla que tomó de la mesa
del desayuno. Pero no ha habido té.
Tragos fuertes a las tres de la mañana,
unas cuantas copas encima, boca mojada
y fuga entre la espesura de mayo, fuga,
como si eso fuera deseable, hacia la nada:
amnesia, quejas entre los reflejos prestados
del cielo, esas cosas. Se levanta y se mueve
hacia la fronda: lo más delicado no se ve,
se oye apenas o, mejor, sólo por el aroma
se distingue: y entre espinos y frutales,
entre el aromo, la violeta y la eglantina
corre y persigue entre las sombras la sombra
de quien canta por los siglos para todos.
Bueno, no para todos. El jardinero duerme.
Hubo ayer la tormenta que vendrá
y el hombre tuvo muchísimo trabajo:
podó árboles y cercas, amontonó ramas
en la hoguera, frutos podridos, una o dos
alondras en el estanque caídas y fue
el único en toda la casa que se acostó
con el pelo compacto de briznas y humo.
Dejó la Naturaleza parecida a un poema
y se cansó, claro. Ahora nada siente, nada,
nada oye ni oirá hasta el sol: melodía ninguna.
Es que está muerto y literal y, encima, ronca:
zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz
zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz.
Amanece. No hay música en el mundo.
El jardinero se levanta, se dispone a buscar
sus herramientas y ve, al acercarse a la casa,
derrumbado al jovencito en la silla al sol.
¿Estará despierto o dormido el poeta?
Que descanse, shhh, que descanse ahora.








Sileno en la Estación de Ferrocarril

Acostado de lado, con un codo incómodo
apoyado en el cemento y la cabeza
tirada hacia atrás, duerme.
Rodillas dobladas, pies contra el culo,
al aire la panza enorme, boca
chata nariz, boca abierta al cielo.
Esto es obra de dos o tres tetra-brik.
Si fuera de mármol estaría expuesto
en un museo de Roma, Londres o París
como ejemplo de arte helenístico.
Y no le molestarían las moscas.







Sala de Espera General, Estación Roca (F.C.S.), 1992

Un perro busca a otro y encuentra, feliz, su cola.
Si un fanático del XIX deambulara por aquí,
habría comparado con malicia a un templo
esta estación. Y hubiera estado bien,
salvo que su religión hoy ha creído conveniente
modernizar los ritos, y la luz que ingresa
a través del vidrio del techo e ilumina
el capitel griego de las columnas de hierro
hoy sólo parece una luz. Esos hombres
que duermen sobre bancos de madera,
en cambio, son sin duda fieles ortodoxos.








Los talleres de Vulcano

Si se estableciera una analogía entre los galpones
de mecánica del ferrocarril y los talleres de Vulcano,
habría que destacar la continuidad estruendosa
de una oscuridad interrumpida por chispas y llamas
y la preferencia usual de quien detenta la fuerza
por la ubicación lateral y al parecer algo anacrónica
de los artesanos que elaboran obras a su servicio.
Lo que perdura no indica calidad sino composición
de los materiales y capacidad de poseerlos. Los dioses
tienen forjas y armas, los humanos fuego y a veces
algo para comer. Persiste la letra en el hierro escrita:
"149 MARYLAND 04 F.C.S." o "Thomas Turton
& Sons - Shefield" o "ISCA FOUNDRYC ENGINEERS
- NEWPORT" o "F. C. S. L & C° L° P. C. 3/1923".
Rayo como riel, y a un rayo sólo otro rayo lo elimina.
No. A veces se lo elude también con indiferencia,
ya meditada, ya inevitable. Un cualquiera se acomoda
contra el vagón incendiado y duerme mientras arriba
el barullo olímpico amenaza con hacer caer el cielo.














INDICE


  SUSCRIBASE GRATIS
Reciba cada día un
poema en su e-mail
(de lunes a viernes)
 
 

Envíe esta página a un amigo!



AnteriorPortada
Prox.
POESIA.COM