HAY QUE DILAPIDAR LA HERENCIA EN GASTOS SUPERFLUOS /
LOA AL CANGREJO
De la falta de ubicación de los soldados
Quien urgía, a inicios de los '70, en Bahía Blanca,
a volver a la esencia del humanismo renancentista
caminaba por la avenida Alem con mocasines
que conservaban aún el ruido de sus pasos
por la Tate Gallery o el Warburg Institute.
"No hay cultura sin sacrificio", decía desde el púlpito
y señalaba la belleza física del cuerpo desnudo
que aludía, por sus simetrías y formas, al designio
de un creador. Era el goce de la contemplación
y la posibilidad de atravesar la mirada de un brazo
con afán trascendente a lo Pico della Mirandola.
Ah, también jeroglíficos, pansofía y emblemata,
Asclepio para Cosme, Hermes Trimegisto, arcano
saber y, sin duda, la figura de un sabio ya no más
considerado por la sociedad, tal como Arquímedes
cuando sumido en las abstracciones de sus figuras
geométricas masacrado era por los soldados.
Ciuitas y humanitas
Esto es no es Florencia. No fue Florencia. No será
Florencia. Vamos en auto si quieren, lleguemos
al borde mismo del muelle y veamos ya no el cerúleo
mar sino el barro canceroso de las islas de la ría
en las que guanacos habitan y ñandúes y peludos
y uno o dos hombres con minúscula y un lanchón.
"Aunque el término hombre es aplicado a todos,
pertenece propiamente sólo a aquellos que por medio
de las disciplinas liberales están convenientemente
educados para la formación humana (humanitas)"
(Cic. De rep. 1, 17,28, tr. de Antonio Camarero).
Por entre las columnatas algo griegas de la UNS
descendieron esos hombres íntegramente formados,
conocedores del obligado servicio de la literatura
para la moral y la virtud, y de su fruto inequívoco
en beneficio del bien común: eruditio libero digna.
Esta es su ciudad. Pasamos ahora frente a una pared
que exhibe el grafito C.V.M.. Me lleva horas explicar
que no se trata de la preposición latina sino de la sigla
del Club Villa Mitre, cuyo equipo de fútbol milita
por el momento en el campeonato de la B Nacional.
Variaciones sobre el fuego
La hoguera con los libros del Instituto de Humanidades
que pasó a llamarse "Eva Perón" no tiene coincidencia
con las llamas en el garage del profesor que estallaron
por los aires las páginas de las ediciones críticas
de las tragedias de Sófocles, salvo que se postulase
una suerte de purificación cíclica o conflagración
localizada (ya que no universal). "Ardva Veritatem"
podrá distinguir quien se demore con atención
en el escudo de los diplomas, y el edificio fue construido
de tal modo que todos se atropellen en las escaleras
estrechas y los pasillos y nadie pueda entonces salir
en caso de incendio. Abajo, en estanterías metálicas,
se extienden por doquier los libros que en tiempos
ya remotos quemaron las pupilas de Arturo Marasso:
se baja hasta los anaqueles por una escalerita semejante
a la que habría en sofisticados refugios anti-aéreos.
Causas de la superioridad del arte griego
y de su preponderancia sobre el de otros pueblos:
influencia del clima y del ambiente
La ciudad está situada en el área de encuentro
de dos masas de aire de origen y características
diferentes: una tropical marítima, derivada
del anticiclón del Atlántico Sur, otra fría y húmeda,
proveniente del anticiclón del Pacífico Sur,
que se transforma, luego de atravesar los Andes,
en fría y seca. Los vientos, en general moderados,
han sobrepasado alguna vez los 60 km./hora,
con ráfagas de hasta 80 y 100, y su dirección
imprime una marca indeleble en la intensidad
de la temperatura. Son usuales las heladas tardías
que perjudican, en los primeros días de noviembre,
los sembradíos próximos a la maduración
y también la visión de un cielo agazapado, en sueños,
que hace girar a los quinteros por toda la cama.
La humedad del suelo es propia de la primavera
y del otoño: las lluvias se ignoran durante el resto
del año y algunos llegan a olvidarse de su rumor.
Casi todo es llanura: planicie y horizontalidad
extrema, aunque hay irregularidades mínimas
que no logran interrumpir en la mente la línea
de quien se figura el lugar al margen de edificios:
las "lomas" vulgares forman parte de las "terrazas"
de los geógrafos, donde miles de años atrás
el mar llegaba; ahora la tosca entonces lamida
por el agua y mantos de sedimentos limosos
sobre los que asoman, aquí y allá, bosquecillos
de chañares no advertidos aún por quienes viven
en casas de las afueras a las que no arriba el gas;
ya en el radio urbano, la lluvia de las Sierras
corre por el Napostá Grande bajo el cemento
por el que los vehículos logran unir zonas alejadas
en un tiempo cada vez menor; y luego, ah,
la visión confusa del agua y el barro y el agua.
Baja la costa, anegadiza, sinuosa y cubierta
por vegetación halófila de no más de 20 cmts.
de altura: salicornia ambigua en suelos arcillosos
y plenos de sal que sólo permitirían cultivar
alfalfa o remolacha; peladales además, y el flujo
y reflujo de la marea que activa sin pausa
el arte de la sólida erosión: en suma, un ambiente
de gran inestabilidad en el que sólo existen
formas de vida muy especializadas, con un alto
grado, según se explica en los extensos informes
de los biólogos, de adaptabilidad y tolerancia.
Más allá, el hábitat de los cangrejales, el arraigo
imposible de cualquier especie vegetal con afán
colonizador, y abajo, oculta en la cueva, la espina
ocular del cangrejo, ser perfectamente adaptado
a permanecer horas y horas fuera del agua
soleándose sobre piedras, troncos u objetos secos
y que muy rara vez se aleja del medio local.
Un experimento con la violeta de la lírica
El experimento se realizó en el Laboratorio
del Instituto: se trataba de confirmar
la sensibilidad ultrasensitiva de la violeta,
la cual, según estudios realizados en Europa,
sería completamente intolerante a la sal.
Para ello se tomó una muestra del suelo
de la ría, a propósito elegida con restos
de crustáceos, moluscos, improntas varias
de amélidos y sus usuales porcentajes
de limo, arcilla y NaCl. La violeta, conocida
también como "pensamiento" y frecuente
en los patios por su color, fragancia
y disposición silvestre y primaveral,
es fácil de hibridar y de hecho existen
centenares de variedades; desde Safo,
por ejemplo, al menos así explicó uno
de los profesores, las formas han cambiado
día a día y de región en región, si bien
el perfume es cuanto menos característico:
sólo hay que acercar un tomito de Li-Po
a la nariz. El cultivo se realizó en un
instante. Han pasado años y sin embargo
la fe no se pierde de una aparición tardía.
Héctor Ciocchini observa dos veces un mismo libro de estampas
Cuando en los años '60 contemplaba
las páginas de la edición francesa
de la Hypnerotomachia Poliphili
de Francesco Colona, se demoraba
una y otra vez ante el gesto detenido
del pie a punto de dar un paso más
con el que la imagen hace girar
a los jóvenes y doncellas que danzan
tomados de la mano como si fueran
una guirnalda. Más de diez años
después, se abisma en lo más obvio:
el rostro doble de cada bailarín
que exhibe la felicidad de un lado
y el dolor del otro. Obra de Guyon,
bajo la escena se lee el mote TEMPVS.
Excursión por la ría
A pesar de que son millones los cangrejos
en el barro de la orilla de las islas y la bahía,
las nasas no han sido vistas con frecuencia
entre los aparejos de pesca de Puerto Piojo.
Proteínas en cantidad, poca grasa y nada,
pero también la indiferencia del paladar
y el cada día mayor contagio de las aguas.
Se ha abusado de la caricatura de la especie
en el relato equívoco de un modo de andar,
o en la asociación crítica con una enfermedad
que se adueña hasta de quienes, dormidos
a la luz del velador, acompañan a quien la sufre.
Desde el puente precario se ve una superficie
ahuecada toda, carcomida por pozos menos
y más grandes separados apenas entre sí
y en la cual, según oigo que se comenta,
no es del todo conveniente avanzar demasiado.
La lateralidad también tiene su parte de gracia,
y tal vez no sea en nada incompatible
con el nerviosismo exasperado en detalles
y la buena visión de sus ojos compuestos.
Ejercitan además el filtraje de lo más preciado
del líquido, y sabor tienen para saber hallar,
en la longitud más ociosa del barro, la cena,
el almuerzo o la excusa para aparearse.
Un cuerpo que no es cuerpo sino una parte
y otra parte y otra parte y apéndices,
sale al sol del mediodía sobre la isla Bermejo.